martes, 11 de agosto de 2009

TÉCNICA METAMÓRFICA



La Técnica Metamórfica no es una terapia o tratamiento puesto que no le concierne el localizar síntomas específicos o problemas. Mientras que la gente busca la medicina o una terapia para ser curados de algo, otros buscan la técnica metamórfica porque quieren transformar sus esquemas. Es una herramienta que busca motivar a la persona, a quitarse de en medio de su propio camino; dejando así, limitaciones del pasado y dar un paso adelante en sus vidas.

Se aplica con un leve toque sobre las áreas de los reflejos espinales de los pies, manos y cabeza.

Nuestros cuerpos físico, emocional, mental y espiritual están interconectados a través del cuerpo Vital, es por ello que lo que afecta a uno de esos cuerpos repercute en los demás.
Ésta técnica trata a la persona, no a la enfermedad, tratando de despertar la fuerza vital de cada uno.

La Técnica Metamórfica es una herramienta muy útil para solucionar traumas inconscientes tanto recientes como antiguos, desde la concepción hasta el momento actual.
Está indicada para todas las edades, especialmente en niños y bebés, durante el embarazo, en casos de estrés, depresión, ansiedad, etc., y en enfermos terminales, ya que ayudaremos a la aceptación del tránsito que están a punto de emprender (el nacimiento de una nueva realidad).

Aplicando la Técnica Metamórfica, desbloquearemos y equilibraremos la energía vital, promoviendo el principio de Autocuración que todos los seres vivos poseemos. Aquí radica la gran diferencia con respecto a otras terapias. El terapeuta observa en todo momento dos principios fundamentales:

- No intención.
- No implicación.

Con el distanciamiento, el terapeuta consigue que la energía fluya hacia donde sea más necesaria, sin plantearse preguntas de ningún tipo. No importa tanto la enfermedad, como la posibilidad de que el paciente llegue a ser consciente del problema que la provocó. De esta manera se llega a la comprensión y a la aceptación, y por lo tanto, al equilibrio que dará paso a la curación.

Concretamente la Técnica Metamórfica surge a partir de los años 60 en los Estados Unidos y comienza a establecerse en Europa a mediados de los años 70, conociéndose en España a mediados de los 80, (anteriormente se denominaba La Estructura Prenatal por su directa relación con el periodo prenatal, pero fue su creador Robert St. John, quién decidió sustituir ese nombre por el de Técnica Metamórfica, debido a la cantidad y calidad de los cambios que se operaban en las personas que recibían el tratamiento).
Este trabajo se basa en el hecho de que todos innata y naturalmente poseemos la capacidad para transformarnos, para curarnos, para crecer siendo además esta transformación realizada íntegramente por nosotros, es decir, que no puede existir nadie que desde el exterior pueda realizarla, de la misma manera que nadie podría reír por nosotros, dormir por nosotros o llorar por nosotros.
Durante años de práctica como reflexólogo, Robert St. John observó que pese a la diferencia de diferentes mapas de los puntos reflejos en los pies, que no siempre coincidían, se obtenían buenos resultados trabajando en cualquiera de ellos.
La Técnica Metamórfica se basa en el concepto de Medicina Holística, que reconoce que una persona es una unidad integrada por Cuerpo, Mente y Espíritu y que contamos con la capacidad de curar nuestras propias dolencias.
Una sesión de Técnica Metamórfica dura alredor de 55 minutos en total (15 minutos en cada pie, 10 minutos en cada mano y 5 minutos en la cabeza)

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